Por Alberto Lati, 28 de marzo, 2018
Ni pócimas ni meditaciones, ni el jade de los chinos ni las cremas faciales de los franceses, ni cirugías estéticas ni tratamientos new age: la verdadera fórmula de la eterna juventud, el genuino pasadizo hacia la eternidad, el auténtico elíxir de la vida, Roger Federer lo ha encontrado en la dosificación.