Por Alberto Lati, 12 de marzo, 2018
Todavía no se colocaba la pista atlética que en 2012 sería inmortalizada por las zancadas de Usain Bolt y Mo Farah, aún no se cerraban las paredes que darían abrigo a las espléndidas ceremonias de apertura y clausura de los Juegos de Londres, y el pleito ya tenía bastantes rounds a cuestas.