Por Alberto Lati, 16 de marzo, 2018
Muy peligroso eso de citarse en una final con el acérrimo rival habiendo de por medio una escala.
Guadalajara y América se vislumbran en el horizonte, se saben mutuamente a la vuelta de sus respectivas esquinas, casi se esperan con ansiedad, par de vaqueros que apuran el conteo pactado para girar y desenvainar el arma…, pero todavía sin certeza de que alguno de ellos llegue.