Para que Beethoven compusiera como lo hizo, antes debió tener como referencia la música de Mozart. Para que tanto Leonardo como Miguel Ángel alcanzaran tal perfección, antes fueron sometidos a una especie de competencia en la que se les instó a pintar, mirándose de soslayo, en paredes vecinas del Palazzo Vecchio de Florencia (Da Vinci, La Batalla de Anhiari; Buonarotti, La Batalla de Cascina). Igual con Sigmund Freud y su viejo admirador Carl Gustav Jung, igual con las obras de William Shakespeare y las de Christopher Marlowe, igual con Hegel y…