Por Alberto Lati 28 enero, 2015
Un planteamiento sensato y ya planteado con anterioridad: ganar Copa Oro y ser semifinalistas en Copa América.
Meta doble que no tiene razón para cambiar, porque evidentemente nuestra selección sí está obligada a imponerse a todas las de Norte, Centroamérica y el Caribe, tal como se entiende que si se compite en un contexto sudamericano, difícilmente dejaremos el segundo nivel: por detrás de las potencias Argentina y Brasil, y similares a Uruguay, Colombia, Chile (más allá de que estos tres representativos nos llevan amplia ventaja en el sitio que sus principales jugadores ocupan en los mayores clubes del mundo).