Por Alberto Lati 23 de febrero, 2016
Una trascendencia imposible de medir con sus indiscutibles y vastos logros futbolísticos: sus goles en tres Mundiales, sus enésimos rescates a la Selección, su derroche de genialidad, su permanente inventiva de nuevas maneras de driblar al rival, su sangre competitiva, su arte para encontrar el ángulo, su coraje en ocasiones desbocado.