Por Alberto Lati 03 de marzo, 2016
mágenes de los escenarios que fueron olímpicos 11 años atrás, transformados en campamentos para acoger a quienes no han tenido más opción que emigrar. Cifras alarmantes sobre la actual crisis de refugiados en Grecia. Estupefacción ante las restricciones y clausura de fronteras balcánicas. Temor por lo que pueda suceder entre tan urgente necesidad y tan creciente xenofobia.