Por Alberto Lati 01 de febrero, 2017
Lo mínimo aceptable al convocar a un futbolista a la selección, es ofrecerle una genuina oportunidad de probar su valía, de superar ciertas expectativas, de ganarse un sitio definitivo en el equipo nacional.
Lo mínimo aceptable al convocar a un futbolista a la selección, es ofrecerle una genuina oportunidad de probar su valía, de superar ciertas expectativas, de ganarse un sitio definitivo en el equipo nacional.