Por Alberto Lati 02 de febrero, 2017
Un juego que nos acapara y enajena tanto, como para hacernos olvidar muy seguido que lo de la cancha es lo de menos, la última de las prioridades, la más ínfima de las preocupaciones.
Un juego que nos acapara y enajena tanto, como para hacernos olvidar muy seguido que lo de la cancha es lo de menos, la última de las prioridades, la más ínfima de las preocupaciones.