Por Alberto Lati, 18 de abril, 2017
Toda una ópera de Wagner, toda una saga en el orden de los Nibelungos: el dios que cree tener domada a su presa y, súbitamente, descubre la más cruel adversidad de los astros; el Real Madrid, al que pudo dejar herido de fatalidad en la primera parte, una hora después se iba de Baviera con fotos en el vestuario, abrazos, felicitaciones, clamores de conquista.