Por Alberto Lati, 15 de agosto, 2017
Quedan pocos sobrevivientes en éste Real Madrid de aquella aciaga época: la impotencia de ver siempre reinar al mayor rival, la resignación de sólo poder jugar un Clásico a no jugar, la desolación de no tener un estilo al tiempo que en la otra trinchera había un esquema más que sublimado.