Por Alberto Lati, 12 de diciembre, 2017
Con el Tuca, como con los grandes directores técnicos de Europa, suele plantearse un debate: si es triunfador porque siempre dispone de los mejores proyectos deportivos o, bien, si se le confían esos grandes planteles precisamente porque su historial garantiza una mayor proclividad a ganar tan seguido.
Sin dudarlo, creo en la segunda de esas hipótesis: por los trofeos levantados sobre todo en tiempos recientes, sí, pero mucho antes por su regularidad, por su visión, por su liderazgo, por su capacidad formadora que le han colocado en el máximo pedestal histórico de nuestra liga.