Por Alberto Lati, 31 de mayo, 2018
No se sabe si la pobreza se ha metido en las Chivas por la puerta o por la más putrefacta humedad, pero sólo así podría explicarse que tan absurdamente esté escapando el amor por la ventana (o propiciándose con saña el divorcio) hacia el director técnico más importante que el Rebaño ha tenido en décadas.