Por Alberto Lati, 26 de junio, 2018
Éste, uno de los mayores caos políticos que haya vivido el deporte, no comenzó el viernes cuando Serbia y Suiza se enfrentaron en Rusia 2018: el caos venía servido desde mucho antes, cuando el futbol se convirtió en el arma no bélica más recurrida en las guerras balcánicas.