Por Alberto Lati, 11 de Septiembre, 2018
No, un exabrupto, calentura, arranque contra el juez de silla de Serena Williams no tiene por qué ser calificado con el clásico catálogo de descalificaciones sexistas: olvídense ya en definitiva de cuando el adjetivo “histeria” nació de la palabra “útero”, lo de Serena fue idéntico a lo de cualquier otro deportista, hombre o mujer, frustrado en un partido.