Por Alberto Lati, 25 de octubre, 2017
Sorpresa, no. Miedo o mayor nivel de vulnerabilidad, tampoco.
El que aparezcan amenazas periódicas contra el Mundial 2018 de parte de grupos terroristas o desde el extremismo islámico, puede dejarnos de cualquier forma menos extrañados o estupefactos: por desagradable que suene, es lo normal.