Mal desenlace para lo que tuvo mal inicio y peor intermedio.
Casi tan malo como previsible (¡que ya es decir!), incluso llevándose de corbata a grandes profesionales como Pepe Cardozo o a algún refuerzo que acaso en otra época, bajo otras circunstancias y con otras condiciones de estabilidad, habría dado a la afición de Chivas lo que merece.